SERVICIOS TÉCNICOS
Potentes trabajadores empleados o desempleados con conocimiento en áreas como la plomería, electricidad, etc. Que puedan brindar un apoyo más inmediato y de alta calidad que una agencia.
Comprar en E.C.R.E. significa apoyar directamente a los emprendedores locales de Soacha, impulsando su crecimiento y fortaleciendo la economía de la región. A través de esta plataforma, puedes acceder a productos únicos, de alta calidad y con un fuerte componente cultural, mientras eliminas intermediarios, garantizando precios justos tanto para el consumidor como para los productores. Además, al adquirir bienes y servicios en E.C.R.E., contribuyes a la sostenibilidad, innovación y desarrollo social, fomentando una comunidad empresarial sólida y con impacto positivo en el medio ambiente y la sociedad.
E.C.R.E. está diseñada para beneficiar a las más de 15,000 MiPymes activas identificadas en Soacha, Cundinamarca, un municipio con un alto potencial empresarial. En su primer año de operación, se proyecta integrar a 1800 emprendimientos a la plataforma, ofreciendo acceso a herramientas tecnológicas, formación empresarial y nuevos mercados. Este enfoque inicial permitirá generar casos de éxito que posicionen a E.C.R.E. como el principal aliado para el crecimiento y desarrollo de las MiPymes locales.
Potentes trabajadores empleados o desempleados con conocimiento en áreas como la plomería, electricidad, etc. Que puedan brindar un apoyo más inmediato y de alta calidad que una agencia.
Juguetes artesanales y materiales educativos para niños, enfocados en fomentar el aprendizaje y la creatividad de manera sostenible.
Detergentes, limpiadores y otros productos para el hogar elaborados con ingredientes naturales y amigables con el medio ambiente.
Los productos artesanales y hechos a mano de E.C.R.E. reflejan la cultura local, incluyendo piezas de cerámica, joyería intrincada, textiles bordados y decoraciones en madera.
Productos tradicionales como arepas, empanadas, dulces típicos, bebidas de frutas autóctonas, cafés cultivados en la región y mucho más.
Ropa, calzado y accesorios creados por diseñadores locales, incluyendo piezas de moda sostenible y productos elaborados con materiales reciclados o ecológicos.
Cosméticos naturales, jabones artesanales, cremas y aceites esenciales elaborados con ingredientes de la región.
Paquetes de turismo que incluyen visitas a lugares de interés cultural e histórico en Soacha, tours ecológicos y actividades de aventura en los alrededores.
Muebles y artículos de decoración hechos con materiales sostenibles, como lámparas de bambú, cuadros, macetas y otros productos decorativos.
Frutas, verduras, y hortalizas cultivadas por pequeños productores locales, así como plantas ornamentales y hierbas medicinales, entre muchos otros.
Servicios de diseño gráfico, desarrollo web, marketing digital y asesorías empresariales ofrecidos por emprendedores locales.
Luis Rodríguez es el encargado de administra y gestionar una zona de cultivo familiar de hortalizas, frutas y verduras con el objetivo de emprender y alcanzar mayor visibilidad a posibles compradores. Su enfoque está en la producción de materia prima con alta calidad que garantice alimentos orgánicos y naturales.
Sin embargo, cuenta con pocas herramientas para la distribución de sus productos y acceso al mercado, lo cual provoca que en muchas ocasiones que estos terminen por desecharse y perder su vida útil, además de generar pérdidas a sus productores.
Ana Torres es una diseñadora que combina creatividad y sostenibilidad. Sus colecciones de ropa y accesorios están hechas con tejidos reciclados y materiales ecológicos.
La falta de conocimiento del público sobre moda sostenible y la preferencia por marcas comerciales dificultan que sus productos ganen reconocimiento en un mercado saturado.
Sofía López y su esposo Carlos González utilizan ingredientes autóctonos de la región para crear productos de belleza naturales y artesanales. Su principal dificultad radica en la falta de canales de distribución, lo que limita el conocimiento de sus productos más allá de los círculos locales.
Clara Mejía lidera una pequeña empresa familiar dedicada a la elaboración de alimentos y bebidas típicas de Soacha. Sus productos, como amasijos, chicha y café artesanal, destacan por ser frescos, naturales y preparados con recetas tradicionales.
Los altos costos de transporte y la falta de certificaciones formales dificultan su distribución en mercados más grandes o cadenas comerciales.
Carlos Vargas, guía turístico local, organiza experiencias únicas para explorar los paisajes ecológicos y tradiciones de Soacha. Sus servicios incluyen caminatas, visitas a sitios históricos y actividades recreativas que conectan a los visitantes con la naturaleza y la cultura local.
Sin embargo, a falta de promoción adecuada y la percepción limitada de Soacha como destino turístico dificultan la captación de visitantes.
Mónica Salazar, artesana especializada en decoración sostenible, diseña muebles y accesorios utilizando bambú y otros materiales ecológicos. Sus creaciones no solo son funcionales, sino también estéticamente innovadoras y amigables con el medio ambiente.
Su negocio enfrenta el reto de educar a los clientes sobre las ventajas de la decoración ecológica frente a opciones más económicas y menos sostenibles, teniendo poca visibilidad por los mimos.
David Pérez, estudiante de ingeniería, lidera un equipo de jóvenes emprendedores que ofrecen soluciones tecnológicas para pequeñas empresas.
No obstante, La falta de experiencia y de una red de contactos sólida limita su capacidad para conseguir clientes grandes y proyectos estables
Elena Castro, química y emprendedora, elabora productos de limpieza biodegradables y seguros para el hogar.
Aunque sus productos son de gran calidad tienen poca visibilidad en supermercados, y muchos consumidores aún prefieren opciones más económicas y conocidas, aunque menos sostenibles.
Jorge Ramírez, maestro artesano, rescata las tradiciones de Soacha creando piezas únicas que cuentan historias de la región. Su trabajo incluye textiles, cerámicas y esculturas que reflejan la riqueza cultural del municipio.
Su principal desafío es la falta de acceso a mercados nacionales e internacionales, lo que limita su visibilidad más allá de la comunidad local
María González es una apasionada por la educación infantil y la sostenibilidad. Desde su taller crea juguetes y materiales didácticos artesanales que fomentan el aprendizaje a través del juego. Sus productos están elaborados con materiales reciclados y maderas certificadas, priorizando la seguridad y el cuidado del medio ambiente.
A pesar de su calidad, enfrenta dificultad para competir con juguetes industriales debido a sus precios más altos y su limitada presencia en tiendas físicas o en línea.